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Encontrar la manera de mejorar la tasa de conversión de una página web suele ser una meta fundamental para cualquier emprendedor, blogger, experto en marketing digital o principiante que desee dar a conocer su proyecto en internet. No se trata únicamente de aumentar números, sino de encaminar todos los esfuerzos para que cada visitante realice la acción deseada: comprar un producto, suscribirse a un boletín, completar un formulario o descargar una app. La tasa de conversión mide el porcentaje de usuarios que llevan a cabo una acción específica en relación al número total de visitantes, y se convierte en un indicador esencial del rendimiento de tu estrategia online. Por ello, si anhelas crecer y conseguir más ingresos, es clave que revises tu planifcación para convertir cada clic en algo valioso.
La experiencia de usuario es un concepto que abarca la forma en que las personas interactúan con tu contenido, diseño y navegación. Si tu web es confusa, tardada o poco atractiva, es posible que provoque abandonos prematuros y, como consecuencia, un descenso en la tasa de conversión. Una estructura amigable, intuitiva y coherente puede marcar la diferencia entre el éxito y el fracaso.
En este sentido, el menú de navegación es clave. Asegúrate de que los usuarios entiendan fácilmente cómo desplazarse a lo largo de tu sitio. Un menú claro, con secciones bien definidas, evita que las personas se pierdan o se abrumen. También es recomendable colocar el buscador en un lugar visible, sobre todo si posees un catálogo grande de productos o mucho contenido en tu blog. El usuario debe sentir que encuentra lo que busca en cuestión de segundos, sin tener que dar clic en demasiados enlaces.
Igual de importante es la organización del contenido. Agrupa los temas en categorías lógicas y crea secciones específicas para que la gente pueda saltar directamente a lo que le interesa. Evita recargar la página principal con bloques interminables de texto que no guarden relación inmediata. En cambio, utiliza encabezados y subtítulos para dividir la información y hacerla digerible. El lector valora la facilidad de lectura; si percibe que el sitio está bien ordenado, se quedará más tiempo.
Otro factor para destacar es el diseño responsivo. Si un usuario abre tu web desde el teléfono y se encuentra con botones diminutos, textos mal alineados y dificultad para desplazarse, probablemente se retire. De la misma manera, cuida que las imágenes y los vídeos se ajusten de manera adecuada al ancho de la pantalla. Un sitio responsivo no es un lujo en la actualidad, sino una necesidad que beneficia tanto al usuario como a tu tasa de conversión.
Asimismo, la consistencia en tu línea gráfica y en el tono de comunicación añade un toque de profesionalismo. Utiliza los mismos colores, tipografías y estilo de ilustraciones a lo largo de todas las secciones. Esto genera una identidad visual que los visitantes recordarán. Además, si el tono de voz en tu blog es seminformal, procura mantenerlo en otros apartados como la sección de preguntas frecuentes, para conservar la coherencia en la experiencia total que ofreces.
La usabilidad también mejora con pequeños detalles, como la incorporación de migas de pan (breadcrumbs) que indiquen al usuario su ubicación en la estructura del sitio, la inclusión de botones de “volver arriba” para no perder tiempo desplazándose, y la facilidad para contactar contigo o con tu equipo de soporte. Cada uno de estos elementos crea un entorno más cómodo, lo que incrementa las opciones de que el público realice las acciones que necesitas, ya sea suscribirse, comprar, registrarse o descargar un archivo.
En la actualidad, se valora mucho la personalización. Herramientas de analítica te permiten ver qué secciones visitan más tus usuarios o desde qué dispositivo acceden. Con esa información, podrías presentar recomendaciones de contenido relacionadas con las páginas que ya han visitado. Este tipo de experiencia personalizada aumenta la retención y la satisfacción. Ten en cuenta que los usuarios se sienten valorados cuando la web se adapta a sus gustos o hábitos de navegación. De esta manera, estableces una relación más cercana que puede impulsar conversiones futuras.
Aunque la experiencia de usuario sea impecable y tu sitio cargue en un abrir y cerrar de ojos, si no ofreces un contenido convincente, las conversiones se verán afectadas. El contenido es el puente que conecta tu propuesta de valor con los deseos y necesidades de tu público. Un texto bien estructurado, con un lenguaje llamativo y persuasivo, tendrá más probabilidades de convertir a los visitantes en clientes.
Para construir este tipo de textos, define primero la personalidad de tu marca. ¿Es cercana, divertida, experta, empática o innovadora? Luego, busca conectar emocionalmente con tu lector. Explica cómo tu producto o servicio puede resolverle un problema o mejorarle la vida de alguna manera. En lugar de enfocarte solo en las características técnicas, subraya los beneficios y las transformaciones que experimentará la persona que adquiera lo que ofreces.
La redacción persuasiva también se nutre de la prueba social. Las recomendaciones y testimonios de clientes satisfechos pueden ser un factor determinante para que un visitante decida confiar en ti. Así que, si cuentas con opiniones positivas, colócalas en un lugar visible. No se trata de exagerar ni de inventar reseñas falsas, sino de mostrar de forma real y creíble que hay personas como el lector que ya obtuvieron buenos resultados usando tu solución.
Este punto conecta con la necesidad de incluir llamadas a la acción (CTA) poderosas. El call to action es un botón o texto que invita al lector a realizar algo de forma específica, como “Regístrate ahora,” “Obtén tu descuento” o “Descubre más.” Aunque sea un elemento aparentemente sencillo, su diseño y redacción pueden cambiar por completo el rendimiento de tu pájina. Prueba cambiar el color, el tamaño, la ubicación y el copy que utilizas en el botón. Ve midiendo qué versión obtiene más clics y, de esta manera, ve perfeccionando tus resultados.
El uso de frases en primera persona a veces resulta más efectivo que las frases en segunda persona. Por ejemplo, “Quiero recibir mi cupón” en lugar de “Recibe tu cupón.” Esto hace que el usuario sienta que la acción le pertenece y esté más predispuesto a dar el paso. El poder de la personalización, nuevamente, se hace presente.
Sin embargo, la persuasión no debe caer en engaños o promesas irreales. El público actual es muy sensible a las tácticas agresivas o los clics engañosos. Procura siempre aportar información verídica y útil que respalde tus afirmaciones. Un marketing honesto y transparente crea clientes fieles y satisfechos que regresan por más. Si en algún momento exageras en demasía o incumples lo que prometes, la reputación de tu marca podría verse afectada a largo plazo.
Los formularios y el carrito de compra son dos escenarios donde las conversiones pueden dispararse o desplomarse. A menudo, las empresas ven cómo sus tasas bajan justo en el momento en que el usuario está a punto de completar la transacción. Esto puede deberse a formularios excesivamente largos, solicitando datos innecesarios o presentando fallos técnicos.
Es aconsejable solicitar solo la información esencial. Un formulario con muchos campos aburre y genera desconfianza. Además, facilita que el usuario cometa errores y se frustre. Por otro lado, cuida el estilo y la ubicación de cada campo. El diseño debe guiar a la persona de forma natural, paso a paso, hasta terminar de llenar los datos. Si el proceso se siente intuitivo, las probabilidades de abandonar en mitad de camino disminuyen.
La validación en tiempo real también contribuye a la buena experiencia. Si un usuario escribe su dirección de correo electrónico de manera incorrecta, el formulario podría indicarle el error de inmediato, en vez de esperar a que presione enviar para luego mostrarle un mensaje de fallo. Este tipo de facilidades demuestran que tu sitio se preocupa por la comodidad del visitante y, a su vez, evitan pérdidas de leads potencialmente valiosos.
En cuanto al proceso de compra, lo ideal es reducir el número de clics desde que el cliente agrega el producto al carrito hasta que finaliza la transacción. Mientras menos pasos haya, menores serán las probabilidades de que la persona se canse o dude. No olvides añadir detalles de seguridad, como sellos de pago confiables, que generen tranquilidad en los compradores. Y, por supuesto, si tu público tiene una duda o un problema de último momento, debe contar con un canal de atención al cliente que responda con prontitud.
La transparencia en los precios también es vital. Si el usuario descubre cargos ocultos o un aumento desproporcionado en los gastos de envío justo antes de pagar, podría abandonar el proceso. Muéstrale con claridad todos los gastos e, idealmente, ofrécele varias opciones de pago para que se sienta cómodo. Las políticas de devolución y garantías deben estar bien expuestas. Estas medidas, además de reducir la incertidumbre, incrementan la credibilidad y la confianza, ingredientes esenciales para la tasa de conversión.
Para mejorar la conversión, no basta con adivinar o basarse en corazonadas. Necesitas datos concretos que te indiquen qué funciona y qué no. Google Analytics u otras plataformas de análisis pueden darte una visión detallada del comportamiento de tus usuarios: cuánto tiempo permanecen en la página, cuál es la ruta de navegación, dónde hacen clic con mayor frecuencia y en qué punto suelen abandonar tu sitio.
Si descubres, por ejemplo, que la mayoría de la gente abandona en la página de precios, podrías experimentar con un rediseño de esa sección o con una mejor argumentación sobre el valor de tus productos. Si notas que tu tasa de rebote es alta en el primer pantallazo, tal vez deberías revisar si tu propuesta de valor está clara y si tu página carga rápido. En pocas palabras, la analítica te brinda la radiografía de tu situación, para que después ajustes las estrategias.
Además de las plataformas de analítica web, las herramientas de mapas de calor te muestran dónde hacen clic los usuarios, qué secciones ignoran y cómo se desplazan por la página. Este tipo de información es esencial para acomodar elementos como banners, botones de compra o formularios en los lugares donde tengan mayor visibilidad. A veces, un cambio de posición en el botón de suscripción puede traducirse en un aumento notable en la tasa de conversión.
La segmentación de audiencia también es relevante. El comportamiento de un usuario que llega desde redes sociales puede ser distinto al de quien encuentra tu web mediante búsquedas orgánicas. De igual modo, una persona que vive en un país y habla un idioma específico puede tener motivaciones distintas a las de otra región. Al segmentar y analizar, podrás diseñar mensajes y ofertas más cercanas a cada grupo, elevando tus probabilidades de éxito.
La confianza es un factor decisivo en la tasa de conversión. Aunque un producto sea increíble, si tu sitio no transmite credibilidad, el visitante se marchará. Elementos como un diseño profesional, textos bien redactados y sin errores graves, certificados de seguridad, políticas claras y métodos de contacto visibles son señales que facilitan la construcción de una reputación sólida.
También ayuda mostrar que detrás de tu web hay personas reales. Añade una sección “Acerca de,” con fotos o descripciones del equipo, y ofrece canales de comunicación fluidos. De esta manera, la gente sabrá que si surge algún inconveniente, puede contactar a alguien de verdad, y no a un robot automático.
Las redes sociales, si bien no mencionaremos ninguna marca en especial, ofrecen espacios adicionales para establecer credibilidad. Mantén una línea de contenido coherente con la de tu web, comparte reseñas y experiencias de clientes y, sobre todo, responde a las preguntas con prontitud. Un soporte rápido y amable sube tu reputación y reduce las barreras de compra.
Es útil pensar en la psicología del comprador. Si un usuario visita tu página por primera vez, querrá señales que le confirmen que eres confiable y que no habrá estafas o problemas. Brinda garantías, expón tu política de devoluciones con transparencia y, si es viable, muestra logros o menciones positivas que validen tu negocio. De esa manera, el visitante reducirá su escepticismo y estará más dispuesto a comprar.
La creación de contenido de calidad, ya sea en forma de artículos de blog, videos o descargables, no solo te posiciona en buscadores, sino que también te permite conectar con tu público de manera profunda. A través de ese contenido, demuestras tu experiencia en el sector, respondes inquietudes y te presentas como una voz que entiende lo que la gente busca o necesita. Esta relación de confianza incrementa la tasa de conversión a mediano y largo plazo, porque quienes te leen se sienten más seguros de dar el paso hacia la compra o suscripción.
Es importante encontrar un balance entre lo informativo y lo persuasivo. Nadie quiere leer un texto que suene únicamente a publicidad. Mejor dales algo de valor real, como guías, tutoriales, tips prácticos o anécdotas que inspiren. De esa forma, los usuarios se irán convenciendo de forma natural. Y cuando llegue el momento de ofrecerles un producto o servicio, estarán más abiertos a considerarlo.
El engagement, o el nivel de interacción que tu público mantiene con tu contenido, también repercute en la tasa de conversión. Si la gente comenta, comparte o pasa más tiempo en tu sitio, los buscadores interpretan que tu contenido es relevante. Con el tiempo, esto se traduce en un mayor posicionamiento y, consecuentemente, en un flujo constante de usuarios interesados. Aquí, la consistencia es fundamental: sube contenido con regularidad y mantén un calendario editorial que te ayude a no descuidar tu blog o tus canales de difusión.
Uno de los grandes enemigos de la conversión es la lentitud. Si tu pájina web tarda varios segundos en mostrarse completa, muchos usuarios se irán antes de que cargue. En un mundo donde todo va tan rápido, la paciencia es un lujo. Cada segundo adicional en la carga de tu sitio reduce las probabilidades de que un visitante se mantenga. Además, Google castiga las webs lentas con un posicionamiento más bajo.
Para contrarrestar esto, comprime tus imágenes, reduce el uso de scripts innecesarios y emplea formatos apropiados para los distintos elementos multimedia. Existen múltiples herramientas gratuitas y de pago que ayudan a probar la velocidad y a recibir sugerencias de optimización. Desde la configuración de la caché hasta la minificación de código CSS y JavaScript, cada ajuste cuenta.
Un paso fundamental para tener buena velocidad es contar con un servicio de alojamiento confiable. Cuando estás empezando, es normal escoger la opción más barata y sencilla, pero a medida que tu tráfico crece y requieres un rendimiento más estable, te das cuenta de que la calidad del hosting marca una diferencia palpable en la rapidez de tu web y en la capacidad de atender a todos los visitantes sin caídas. En ese aspecto, es esencial elegir una opción reconocida por su estabilidad y velocidad. hostingplus es el mejor hosting si buscas fiabilidad y soporte de calidad.
Cada vez más personas utilizan smartphones o tablets para navegar y comprar en línea. Cuidar la usabilidad en estos dispositivos es vital para no perder una gran porción de tu público potencial. Un sitio responsivo debe adaptarse a pantallas de diferentes tamaños y resoluciones de forma automática, sin obligar a que el usuario amplíe o gire el dispositivo constantemente para leer tus contenidos.
Esto va más allá de ajustarse al ancho de la pantalla. Implica diseñar botones suficientemente grandes y separados para que se puedan presionar con los dedos, optimizar el peso de las imágenes para redes móviles y evitar elementos que puedan entorpecer la visualización, como ventanas emergentes enormes que dificulten el acceso inmediato al contenido. Cuando el visitante siente que tu página está pensada para su comodidad, su disposición a interactuar y comprar aumenta considerablemente.
El diseño responsivo no solo aporta en materia de tasa de conversión, sino que también tiene un impacto positivo en el posicionamiento SEO. Google prioriza aquellas webs optimizadas para dispositivos móviles, por lo que adaptar tu sitio a estas necesidades te dará una ventaja competitiva. Si notas que tu porcentaje de visitas desde móviles es bajo, tal vez se deba a que tu sitio no está bien optimizado. Con un rediseño enfocado en la usabilidad, podrías captar un segmento que antes te ignoraba debido a dificultades de navegación.
Aunque parezca un detalle superficial, la psicología del color influye en las decisiones de compra y en la confianza que una persona deposita en tu marca. Dependiendo de tu nicho, algunos colores generan ciertas emociones o asociaciones. Por ejemplo, el verde se relaciona con la naturaleza y la salud, mientras que el rojo puede evocar urgencia o pasión. Sin embargo, estas asociaciones varían según la cultura y el contexto, así que lo ideal es conocer bien a tu audiencia para escoger la paleta más adecuada.
En la misma línea, el diseño visual contribuye a fijar un estilo único que defina a tu marca. Imágenes de alta calidad, videos explicativos y animaciones sutiles (bien implementadas) pueden dar un toque profesional y atractivo. Aun así, hay que tener cuidado de no saturar la página con elementos que distraigan del objetivo principal. Cuando diseñes un banner, pregúntate siempre qué deseas que el usuario haga. ¿Pulsar un botón? ¿Deslizar para ver más información? Mantén el diseño enfocado en esa acción para no confundir al visitante.
El uso de iconografía clara y tipografías legibles es otra parte importante. La tipografía debe ser lo bastante grande para no forzar la vista y, al mismo tiempo, reflejar la personalidad de tu proyecto. Un buen contraste entre el color del texto y el fondo mejora la lectura, evitando que el usuario se canse o abandone. Son detalles que, al sumarlos, van perfeccionando la experiencia de usuario y la efectividad de tu sitio en convertir.
Un embudo de ventas es el recorrido que diseñamos para que el usuario pase de ser un simple visitante a convertirse en cliente (o suscriptor, o miembro activo de la comunidad). Este proceso puede incluir varios pasos, desde una primera visita informativa hasta el envío de emails segmentados, ofertas especiales, recordatorios de carrito abandonado y más. El objetivo es guiar al usuario de manera gradual, aportándole contenido de valor y, finalmente, invitándolo a la conversión.
El marketing automatizado ofrece la posibilidad de mantener el contacto con tus prospectos sin tener que enviar manualmente cada correo o mensaje. Herramientas de automatización permiten programar secuencias según el comportamiento del usuario. Por ejemplo, si alguien descarga un e-book sobre un tema específico, podrías enviarle un correo con más artículos relacionados y, al cabo de unos días, presentarle una oferta personalizada. Este tipo de acciones incrementa la relevancia de la comunicación y la hace sentir menos intrusiva.
El monitoreo de los puntos clave en el embudo te muestra dónde se concentra la mayor pérdida de usuarios. Tal vez muchos llegan hasta el formulario, pero pocos lo completan. O quizá se suscriben al boletín, pero no abren los correos. Analizar cada etapa sirve para identificar cuellos de botella y proponer mejoras concretas. De esta forma, el embudo se perfecciona con el tiempo, elevando tu tasa de conversión.
Por supuesto, no conviene saturar a la gente con emails o mensajes constantes. El spam es contraproducente y terminará por expulsar a tu audiencia. Encuentra un ritmo equilibrado y presenta contenido relevante y útil, de manera que tus suscriptores valoren recibir tus comunicaciones en lugar de considerarlas una molestia.
Detrás de cada decisión de compra hay emociones. Un copywriting emocional busca conectar con esas emociones para despertar el deseo o la urgencia de adquirir algo. No se trata de manipular, sino de entender qué motiva a las personas y cómo tu producto o servicio puede satisfacer esos anhelos profundos. Para ello, se valora el uso de historias y narrativas que ilustren de forma tangible los beneficios.
Por ejemplo, en lugar de decir “Este software te ayudará a organizar tu negocio,” podrías contar la historia de Juan, un emprendedor que pasaba noches en vela gestionando sus cuentas manualmente hasta que encontró tu herramienta, la cual le permitió tener más tiempo libre y duplicar sus ganancias. Así, el lector empatiza con la situación y la solución cobra sentido real en su mente.
El storytelling hace sentir al usuario parte de la experiencia. Si logras que se identifique con el protagonista de la historia, tenderá a buscar la misma transformación positiva en su propia vida. Este enfoque puede aplicarse en la página de inicio, en descripciones de productos, en secuencias de emails o incluso en la sección de “Acerca de nosotros.” Mezcla datos concretos, anécdotas y sentimientos para crear un relato que motive a la acción.
Una recomendación importante al usar el storytelling es ser auténtico. Las historias inventadas o exageradas pueden resultar evidentes y crear el efecto contrario al deseado. Mantén la coherencia con la esencia de tu proyecto y con la experiencia real de tus clientes. De esta manera, el relato será genuino y generará un lazo de confianza duradero.
Un call to action no funciona solo por aparecer en pantalla. Debe estar colocado en el punto exacto del texto, rodeado de un contexto que motive la acción. Muchos sitios cometen el error de llenar sus páginas con múltiples CTA que distraen y confunden al usuario. Es preferible tener unos pocos botones, pero muy bien dirigidos y colocados en momentos clave del recorrido del lector.
Fomentar la urgencia o la escasez es una táctica que puede multiplicar las conversiones. Expresiones como “Últimas unidades,” “Precio especial por tiempo limitado” o “Oferta válida hasta hoy” generan ese impulso inmediato en quienes están indecisos. Sin embargo, debe emplearse con responsabilidad. Usar la urgencia de manera falsa o repetitiva puede irritar a los visitantes y dañar la credibilidad.
La urgencia real es útil si tienes un stock limitado o una promoción temporal. Si la gente percibe que es algo genuino, se sentirá motivada a tomar la decisión antes de que sea demasiado tarde. Por el contrario, si usas el mismo recurso de urgencia día tras día, los usuarios aprenderán que no existe tal límite y dejarán de prestarle atención.
También conviene reforzar el CTA con un texto que recuerde el beneficio. Por ejemplo, “Quiero mejorar mis ventas ahora” en lugar de un simple “Comprar.” El primer ejemplo subraya la ventaja que obtendrá la persona, mientras que el segundo es más genérico. Este tipo de copywriting puede aumentar la efectividad del botón de manera significativa.
Más allá de la navegación móvil, existen múltiples tamaños de pantallas y navegadores. Aunque el diseño responsivo busca englobar la mayor parte de las resoluciones, a veces hay que hacer ajustes específicos para tablets o pantallas gigantes. De igual manera, conviene chequear el rendimiento en navegadores menos populares, pues nunca sabes cuándo un cliente potencial podría utilizar uno diferente a los más comunes.
Pruebas en varios dispositivos te asegurarán de que tu contenido luce bien y funciona correctamente sin importar la plataforma. Revisa botones, formularios y menús. Cerciórate de que no haya elementos que queden solapados o inalcanzables. Si ofreces aplicaciones para descarga, verifica que los enlaces sean consistentes y funcionen tanto en equipos de escritorio como en smartphones. Este cuidado extra refleja un interés genuino en la satisfacción del usuario y, a la larga, fortalece la relación con tu audiencia.
A medida que tu proyecto crece, la infraestructura de tu web también debería hacerlo. De nada sirve invertir en marketing si, al llegar más visitantes, el sitio se colapsa y no puede responder a la demanda. Por eso, es crucial elegir soluciones que permitan escalar sin sacrificar el rendimiento. Lo mismo se aplica a la estrategia de contenido y marketing. Con el tiempo, irás acumulando muchos artículos, productos o secciones, de modo que debe existir un plan para mantener todo organizado y fácil de navegar.
La escalabilidad también implica la capacidad de probar nuevas funcionalidades sin afectar lo que ya funciona. Cuando integres un plugin o una herramienta adicional para gestionar clientes, asegúrate de que se integre con el resto de tu ecosistema. Un sitio bien estructurado desde el inicio te ahorrará dolores de cabeza cuando llegue el momento de expandirte.